Refrigeración



Otro de los aspectos que debemos contemplar cuando hablamos de procesadores es su refrigeración. 
Recordemos que el procesador es alimentado por cierto voltaje que arroja la fuente de alimentación y esto genera inevitablemente temperatura. El procesador debe trabajar dentro de un rango calórico que oscila entre los 35 y 60 grados centígrados. Si este valor es superado, el sistema podría dejar de funcionar y es muy probable que el procesador se dañe. 
Para evitar los excesos de temperatura, el procesador cuenta con un equipo de re- frigeración conformado por un disipador y un ventilador o cooler. Estos dos dispositivos se montan sobre el procesador y se ajustan a unas pestañas de suje- ción del zócalo del procesador. 
Entre el procesador y el disipador hay un elemento conductor de calor que permite que la temperatura del procesador busque su punto de fuga hacia el disipador. El disipador, a su vez, es refrigerado por el aire que genera el cooler. De este modo, el procesador mantiene su temperatura den- tro de los parámetros convencionales de funcionamiento.

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