Los componentes electrónicos quemados son difíciles de identificar si están
muy destruidos,
sólo queda alguna buena forma de poder solucionar el problema.
Tanto en el modding, como en el overclocking, no todo es color rosa y existen
riesgos que debemos tener en cuenta, sobre todo cuando trabajamos elevando las posibilidades técnicas en tensión y temperatura. En la mayoría de los casos, podemos quemar componentes periféricos al principal elemento modificado. Entre los dispositivos afectados encontramos: resistencias de paso (fusibles), transistores y reguladores, capacitores electrolíticos, circuitos impresos de líneas finas (actúan como fusible ante una falla).
Si están quemados o en cortocircuito, pero sanos físicamente, los reemplazamos por
elementos iguales a los que posee el dispositivo. Si están explotados o destruidos,
deberemos realizar los pasos enunciados a continuación.
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