Software Libre: Libre no Significa Gratis
Muchas veces, las personas confunden la palabra
libre con gratis. Y, entonces, piensan cosas
erróneas como que Linux es gratis. El software libre
no necesariamente es gratis. Y para entender
esto, vamos a ver un ejemplo. Yo tengo una conexión
de banda ancha, y descargué en mi computadora
la última versión de Ubuntu Linux (una
versión muy popular que ya trataremos más adelante).
Entonces, cuando termino de descargarlo,
viene un amigo a mi casa y me pide que le haga
una copia de esta versión de Linux. En primer lugar,
hay que aclarar que hacer una copia de un
programa de software libre es totalmente legal
ya que, recordemos, la segunda libertad del software
libre tiene que ver con la libre distribución
de un programa. De hecho, en la Licencia Pública
General (que es la licencia oficial del software libre)
se anima de manera entusiasta a programadores
y usuarios a que distribuyan sus programas
de software libre.
De todos modos, continuando
con el ejemplo, yo tengo varias opciones garantizadas
por la libertad de distribuir el programa. Una de ellas es decirle “sí, te lo copio ya mismo”,
tomar cuatro CDs de mi cajonera, y grabárselo de
manera totalmente gratuita. Otra opción es decirle
“sí, pero me tenés que pagar por los CDs”, lo
cual es totalmente válido y legal también. Y otra
opción es decirle “sí, te lo copio, pero me tenés
que pagar por los CDs y también por el servicio
de haber tenido la computadora toda la semana
encendida para bajar esa distribución”.
Esta última
opción es totalmente válida y legal: todos
tenemos derecho a pedir una remuneración por
el trabajo que realizamos.
Ahora bien, como se trata de software libre, mi
amigo tiene varias opciones. Una de ellas es pagarme
para obtener la última versión de Ubuntu
Linux. Pero también puede decirme: “Lo que me
pedís me parece muy caro, se lo voy a pedir a mi
primo que me lo dará gratis”.
Espero haber sido claro con el ejemplo de que el
software libre, si bien generalmente es gratis porque
casi todo el mundo se lo descarga de Internet
(recordemos: en un acto totalmente legal), en
ciertas ocasiones no lo es.
Por eso es que existen versiones de Linux que tienen
costos muy distintos. Esto se debe a que las
empresas que complilan (es decir, que convierten
el código fuente en un programa funcional)
ofrecen servicios alrededor a esa compilación y
a cambio le determinan un valor a su versión de
Linux
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