Decálogo de una buena búsqueda


1.- Lo más importante en una buena búsqueda es LA PREGUNTA que nos hacemos. Para saber más sobre algo debemos ordenar lo que ya sabemos, es decir aprovechar eficazmente nuestros conocimientos previos para poder formular claramente, la pregunta que orientará nuestra búsqueda de información en Internet. Dicha pregunta debe ser espontánea y clara, tal como se la formularíamos a una persona. 

2.- Si realizamos una búsqueda bibliográfica y utilizamos el vocabulario adecuado, podremos encontrar trabajos o publicaciones de calidad, relacionadas con lo que buscamos. Las palabras claves son fundamentales para poder localizar la información, ya que se utilizan para catalogar e indexar los artículos en las bases de datos bibliográficas que son las principales fuentes de información sobre publicaciones. 

3.- UTILIZAR DIFERENTES TIPOS DE RECURSOS DE BÚSQUEDA. CADA HERRAMIENTA TIENE UN ALCANCE Y UN PROPÓSITO DIFERENTES. 

4.- Mantener una lista organizada de las diferentes herramientas de búsqueda (buscadores, metabuscadores, directorios, guías, tutoriales y algunos software especializados), en nuestra carpeta de “Favoritos” y además en un espacio externo online, al que podremos acudir en caso de tener acceso a una PC, con conexión a Internet, que no sea la nuestra. 

5.- En caso de utilizar motores de búsqueda tradicionales, acceder a varios diferentes, ya que cada uno cubre diversas áreas del espacio en Internet y además, buscan en sus propios índices y no sobre la Web directamente. 

6.- Utilizar diferentes buscadores con opciones avanzadas de búsqueda o metabuscadores para localizar información de la que ya tenemos datos específicos, para realizar una búsqueda por palabras. Los metabuscadores nos brindan la posibilidad de realizar búsquedas generales en muchos buscadores a la vez. 

7.- Tener en cuenta que es muy importante cómo se utilizan las palabras clave en los formularios de una búsqueda avanzada: 
- Para las frases es útil buscar muchas variantes, e incluir expresiones que tengan que ver con el lenguaje que se utiliza habitualmente. 
- En las referencias autorales conviene incluir sólo apellidos o nombres poco convencionales, en el caso en que los apellidos sean muy comunes. 

8.- Utilizar directorios o guías para la búsqueda, si se desea realizar una exploración por áreas temáticas o categorías organizadas. Estos directorios son organizados manualmente y siguiendo un proceso de categorización jerarquizada, donde los recursos suelen seleccionarse cuidadosamente. 

9.- Si bien el 90% de las bases de datos están públicamente disponibles en Internet, los robots de los buscadores solamente pueden indexar su página de entrada (homepage) y son incapaces de entrar dentro de las tablas e indexar cada registro, les falta la habilidad para interrogarlas, seleccionar sus opciones y teclear una consulta para extraer sus datos. 

10.- Saber leer los resultados obtenidos luego de una búsqueda. Deben tenerse en cuenta, además de la adecuación de los artículos y documentos que hemos obtenido, la información parcial que dan estos resultados para poder seguir buscando: nombres de autores, atajos a “artículos relacionados”, existencia de varias versiones, etc. Si los resultados son más de 150 o 200, es necesario restringir la búsqueda; si son menos de diez, ampliarla. Se considera “buena” una búsqueda que ofrece entre 10 y 150 resultados.

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