CyberSeguridad y los tipos de ataques II


􀁴􀀁 Fuerza bruta. Las contraseñas son un número limitado de caracteres (letras, números y signos de puntuación). Una aplicación malware puede ir generando todas las combinaciones posibles y probarlas una a una; tarde o temprano, acertará. Incluso puede ahorrar tiempo si utiliza un diccionario de palabras comunes y aplica combinaciones de esas palabras con números y signos de puntuación. Contra los ataques de fuerza bruta hay varias medidas: – Utilizar contraseñas no triviales. No utilizar nada personal e insertar en medio de la palabra o al final un número o un signo de puntuación. En algunos sistemas nos avisan de la fortaleza de la contraseña elegida (Fig. 1.8). 

– Cambiar la contraseña con frecuencia (un mes, una semana). Dependiendo del hardware utilizado, los ataques pueden tardar bastante; si antes hemos cambiado la clave, se lo ponemos difícil. 
– Impedir ráfagas de intentos repetidos. Nuestro software de autenticación que solicita usuario y contraseña fácilmente puede detectar varios intentos consecutivos en muy poco tiempo. No puede ser un humano: debemos responder introduciendo una espera. En Windows se hace: tras cuatro intentos fallidos, el sistema deja pasar varios minutos antes de dejarnos repetir. Esta demora alarga muchísimo el tiempo necesario para completar el ataque de fuerza bruta. 
- Establecer un máximo de fallos y después bloquear el acceso. Es el caso de las tarjetas SIM que llevan los móviles GSM/UMTS: al tercer intento fallido de introducir el PIN para desbloquear la SIM, ya no permite ninguno más. Como el PIN es un número de cuatro cifras, la probabilidad de acertar un número entre 10 000 en tres intentos es muy baja. 

􀁴􀀁 Spoofing. Alteramos algún elemento de la máquina para hacernos pasar por otra máquina. Por ejemplo, generamos mensajes con la misma dirección que la máquina auténtica. 
􀁴􀀁 Sniffing. El atacante consigue conectarse en el mismo tramo de red que el equipo atacado. De esta manera tiene acceso directo a todas sus conversaciones. 
􀁴􀀁 DoS (Denial of Service, denegación de servicio). Consiste en tumbar un servidor saturándolo con falsas peticiones de conexión. Es decir, intenta simular el efecto de una carga de trabajo varias veces superior a la normal. 
􀁴􀀁 DDoS (Distributed Denial of Service, denegación de servicio distribuida). Es el mismo ataque DoS, pero ahora no es una única máquina la que genera las peticiones falsas (que es fácilmente localizable y permite actuar contra ella), sino muchas máquinas repartidas por distintos puntos del planeta. Esto es posible porque todas esas máquinas han sido infectadas por un troyano que las ha convertido en ordenadores zombis (obedecen las órdenes del atacante).

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