Hardware para redes inalámbricas

Un router inalámbrico que no realiza modificaciones en la información
enviada funciona como punto de acceso para nuestra red.

Albert Einstein dijo: “El telégrafo inalámbrico no es difícil de entender. El telégrafo es como un gato muy muy largo. Tiras de su cola en New York y su cabeza maúlla en Los Ángeles. ¿Lo entiendes? Bueno la radio trabaja exactamente de la misma manera: tú envías señales aquí, ellos las reciben allá. 

La diferencia es que no hay gato”. Esta analogía nos deja comprender la manera en que la información viaja de un sitio a otro sin elementos físicos visibles. Nuestras redes sin cables se basan en los mismos principios que usan los aparatos inalámbricos que tenemos en nuestras casas. Pensemos en teléfonos celulares, teléfonos inalámbricos, radio AM y FM, antenas de televisión satelital, entre otros. En todos ellos un transceptor, que se pueder ser definido como la combinación de un transmisor y un receptor, envía señales emitiendo ondas electromagnéticas desde una antena y las propaga hasta llegar a destino; esta antena también recibe señales desde otro emisor, si ambas antenas están calibradas en la frecuencia apropiada se concreta la recepción de la información. 

Básicamente necesitamos de dos partes de hardware para conformar cualquier red inalámbrica: un punto de acceso y un adaptador de red. Es muy común encontrar dispositivos, los cuales podemos comprar en cualquier comercio, que cumplen las tareas de un Access Point. Estos dispositivos suelen ser externos e independientes de nuestra PC. Por otro lado, tenemos las placas de red inalámbricas, que, por lo general, están instaladas dentro de la PC (en el caso de las PCs de escritorio); en notebooks o similares, donde no es posible agregar hardware de forma interna, se utilizan los USB. 

Los dispositivos que posibilitan el acceso a nuestra red se llaman estaciones inalámbricas. Estos pueden ser confi gurados como puntos de acceso o como clientes inalámbricos de la red. Hablaremos de estas dos configuraciones que ya vinimos anticipando en el capítulo anterior. En muchos textos que actualmente existen sobre esta tecnología, los autores se centran en decirnos el botón que se debe presionar. Nosotros, por el contrario, deseamos que el lector pueda comprender lo que implica cada una de las opciones disponibles y por qué se necesita esa configuración específica. 

De lo visto en el capítulo anterior vamos a hacer uso de las capas de enlace y física del modelo OSI para nuestra explicación. Siempre es importante separar en diferentes pasos cuando deseamos realizar la instalación de los clientes para nuestra red. En general podemos decir que son: 
1. Elección del hardware que vamos usar 
2. Instalación 
3. Configuración 

Estos pasos se aplican para cualquier sistema operativo con el que trabajemos. En nuestro caso usaremos MS Windows 7, así es que no tendremos mayores problemas en los pasos 1 y 2 (lo mismo sucederá con cualquier versión de MS Windows). Si el sistema operativo fuese Linux (OpenSource o diferente a MS Windows) no es tan sencillo, estos dos primeros pasos requerirán mucha atención.

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