Fallo en tu conexión: Redes inalámbricas
No detecto ninguna red
Aunque resulte obvio, lo primero será
empezar por revisar si nuestra tarjeta de
red inalámbrica esta conectada y encendida.
En los PC de sobremesa es fácil: si es
interna, que esté bien insertada, y si es
externa, que esté conectada al puerto
USB. Sin embargo, en los portátiles, solemos
contar con un interruptor queofrece la
posibilidad de desactivar las comunicaciones
inalámbricas para ahorrar batería.
Por
un descuido u olvido este interruptor puede
estar apagado, quitando la alimentación
a la tarjeta WiFi.
Si no es el caso, empezaremos por reiniciar
el PC. De seguir así, nos fijaremos en
el mensaje de error que se nos muestre
donde debería aparecer el listado de redes
inalámbricas. Si reza Windows no puede
configurar esta conexión inalámbrica. Si
tiene habilitado otro programa…, nos fijaremos
en dos cosas. La primera que, como
indica el aviso, no tenemos instalada otra
utilidad para la gestión de redes inalámbricas.
Esta clase de aplicaciones son bastante
comunes según el fabricante de
nuestra tarjeta WiFi o portátil, y básicamente
toman el control y gestión de este apartado,
por lo que nos tendremos que olvidar
de las opciones de Windows y acudir
directamente a ella.
La segunda será comprobar que el servicio
denominado Configuración inalámbrica
rápida se encuentra activado e iniciado (Inicio/
Panel de control/Herramientas administrativas/
Servicios). Por último, si vivimos
en un lugar en que sólo exista una red WiFi
(la nuestra), comprobaremos que nuestro
router inalámbrico está activado y correctamente
operativo.
Se intenta conectar, pero falla
Otro problema habitual es que, aunque se lista
la red inalámbrica y se intenta la conexión,
al final nos indique el fatídico aviso de Conectividad
limitada o nula. En estos casos el fallo
puede venir de nuestro router inalámbrico,
que es incapaz de darnos una IP de manera
automática o tiene algún tipo de anomalía.
Por ello, comenzaremos por reiniciarlo
para verificar si el fallo persiste.
Si es
así, comenzaremos por comprobar que
la contraseña WEP/WPA es correcta.
¡Ojo!, un aviso: no se nos indicará si es
correcta o no. Por tanto, si lo es, podremos
trabajar; si no, simplemente veremos
cómo el router inalámbrico no nos
ofrece comunicación alguna.
En todo caso, quizá lo mejor sea acudir
a la opción Cambiar el orden de las
redes preferidas, que podremos ver en
la parte derecha de la ventana que aparece
al pinchar sobre Ver redes inalámbricas
disponibles. Aquí tendremos un listado
donde podremos cambiar la contraseña
manualmente pinchando en Propiedades o,
más recomendable, eliminando dicha red
preferida con Quitar, volviendo a la lista de
redes disponibles, y volviendo a hacer doble
clic sobre la nuestra.
Tras esto, nos pedirá
la contraseña y la red se guardará como
predefinida.
Por último, se puede dar el caso de que la
red inalámbrica conecte, pero el indicador
de envío o recepción de paquetes permanezca
a 0. Es relativamente común, y suele
venir generado por algún fallo en el controlador
de la propia tarjeta o alguno de los componentes
de red de Windows. Os recomendamos
actualizar ambos apartados, con lo
que se suele solventar el contratiempo.
El enlace se cae o sufre cortes
Lo primero que verificaremos es el nivel de
intensidad de la señal que nos indica Windows (basta hacer doble clic sobre el icono
de la conexión, o acudir a Inicio/Panel de
control/Conexiones de red/Conexión de red
inalámbrica). Si éste se encuentra entre
la primera y segunda barra, querrá decir que
la señal llega con escasa intensidad por
obstáculos físicos, distancia, incorrecta ubicación
de la antena o interferencias ajenas.
Si el problema es la distancia u obstáculos
físicos (paredes, suelos, edificios), la
mejor solución pasa por instalar un router
más potente, un repetidor WiFi o una
antena de mayor ganancia. Si el problema
es la ubicación, bastará encontrar
un lugar más apropiado (una planta
intermedia, o un mueble más alto).
En
el caso de las interferencias, las cosas
se complican algo más.
De hecho, es posible que también
suframos problemas de cortes con una
buena intensidad de señal, sobre todo
en zonas con una alta concentración de
redes inalámbricas. En determinados
edificios de apartamentos u oficinas
podemos encontrarnos docenas de puntos
de acceso 802.11b/g funcionando, solapando
sus señales y generándose problemas
entre sí.
En estos casos, nada mejor que usar una utilidad
como NetStumbler (descargable gratis
desde www.netstumbler.com/downloads/)
para localizar todos los puntos de acceso, conocer
sus potencias y, sobre todo, sus canales
de emisión.
Una vez tengamos esta información,
podremos configurar nuestro punto de
acceso para que emplee un canal no utilizado
por el resto, o en casos extremos, recurrir al canal
empleado por el punto de acceso que llegue
con menor potencia a nuestra vivienda.
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