Problemas en el arranque: Mi PC está «muerto»
Mi PC está «muerto»
Son muchos los casos en los que una máquina
se queda completamente muerta, sin signo
vital alguno de funcionamiento. Es decir, no
observas luces ni ruido alguno al pulsar el
botón de encendido.
En esta clase de casos,
por lo general, te encontrarás ante algún tipo
de problema de alimentación eléctrica. Por
ello, es importante verificar conexiones, interruptores
de las regletas de enchufes, el interruptor
trasero de la fuente de alimentación, etc. De la misma forma, es recomendable agudizar
el oído, colocarlo junto a la fuente de alimentación,
situada como sabrás en la parte
trasera de la máquina, y ver si se oye algún
zumbido. En caso de oírlo, quizá la fuente haya
sufrido una sobrecarga o cortocircuito; desconecta
la alimentación, espera alrededor de un
minuto para que los condensadores se descarguen,
y conecta la alimentación de nuevo para
ver si todo vuelve a funcionar.
También puede ser buena idea desconectar
impresoras y otros periféricos, por si
alguno de ellos esta produciendo algún corto
en el puerto de la placa base que impide
el normal encendido. Por último, quizá sea
hora de empezar a plantearte que algún elemento
hardware, como la placa base o,
sobre todo, la fuente de alimentación, se ha
dañado.
El fallo de este último componente
es algo relativamente frecuente, sobre todo
ante fluctuaciones eléctricas si no cuentas
con un SAI o regleta protectora adecuada
[1]. En este caso quizá te sea útil
saber que las fuentes de alimentación
incluyen un fusible
en su interior, el
cual, si eres un poco
«manitas» podrás
cambiar fácilmente y
con un coste de unos
pocos céntimos (habrá
que recurrir a un tienda de electrónica),
aunque tendrás que desmontar
la carcasa de la fuente.
No obstante,
considerando el bajo precio de una
fuente de alimentación ATX básica nueva,
quizá muchos prefieran cambiarla directamente
para ahorrarse trabajo y problemas
(ya que quizá no baste con cambiar el fusible).
Otra opción no descartable es que el fallo
se encuentre en la propia placa base, que al
fin y al cabo es la que envía la orden de
encendido a la fuente ATX. Para averiguarlo,
lo más fiable es recurrir a probar la fuente
ATX en otro PC o, más complicado, hacerte
con otra placa que probar en tu PC.
Por
experiencia propia, os diremos que lo mejor
ante una situación como ésta es recurrir al
servicio técnico que te ahorrará tiempo, problemas
y, sobre todo, dinero si no cambias
el componente adecuado.
Se enciende, aunque no da señal
En otros casos es posible que la máquina se
encienda aparentemente (que veas leds en el
frontal y oigas los ventiladores de la caja o la
fuente de alimentación) y, sin embargo, no se vea absolutamente nada en pantalla ni se
oiga pitido alguno que pueda dar alguna pista
del problema.
Ante esta clase de fallos tienes
algunas posibilidades diferentes, aunque la más habitual es
un problema grave con la
placa base [2] o alguno de
sus principales componentes (como
el procesador). Concretamente, verás que
puedes encender el PC pero seguramente te
será imposible proceder a su apagado
mediante el botón frontal, lo que indica que la
placa es incapaz de mandar la orden de apagado
a la fuente.
Ante esto, revisa la correcta
instalación del procesador, del disipador
(en ciertos procesadores, como los AMD antiguos,
podían crearse derivaciones entre
superficie de contacto del «micro» y el metal
del disipador) y sus conexiones, comprueba
las diferentes líneas de alimentación a la placa
(incluidas las que requieren algunas tarjetas
gráficas de manera extraordinaria) y que
ninguna faja de almacenamiento de las unidades
IDE o disquetera se encuentra instalada
en la dirección incorrecta.
En pocos casos,
aunque hemos visto algunos, el fallo suele
estar provocado por la avería de una de las
líneas de alimentación de la fuente ATX, que
ofrece 5 y 12 voltios. Por ello, antes de lanzarnos
a experimentar con una nueva placa,
te recomendamos probar si con una nueva
fuente todo funciona sin problemas. Por último,
verifica que las tarjetas y los módulos de
memoria se encuentran correctamente insertados,
por si fueran la causa del problema
(aunque no se emita pitido alguno).
Además,
si el fallo se produce tras realizar ampliaciones
de memoria o dispositivos, deberás volver
atrás, desinstalando y desconectando
todo aquello no imprescindible para ir descartando
posibles causas.
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