Visualizar el nuevo mundo
Los expertos advierten que la moda de exhibición en la Web
es insegura, porque facilita el acceso a los supuestos delincuentes.
Tratar de hacer futurologÃa serÃa una irresponsabilidad, pero es importante reflexionar acerca del futuro a partir de la velocidad de los cambios que observamos en el presente. La velocidad del sonido, la velocidad de la luz, lo que deseemos tomar como referencia: nada es más rápido que los cambios que se producen en internet. Por eso tenemos que pensar, informarnos y aprender continuamente y a toda velocidad.
Por otro lado, estamos sufriendo cambios increÃbles en el mundo del
marketing y la publicidad. El dinero destinado a campañas online llega
a superar al del resto de los medios masivos debido a que la gente pasa
cada vez menos tiempo frente a la televisión o escuchando la radio, pero
pasa más navegando en internet, comunicándose en lÃnea y participando
en redes sociales. Y aun cuando están viendo la televisión, comentan el
programa en las redes, un hecho frecuente sobre todo en reality shows,
en partidos de diferentes deportes y mientras
debaten candidatos polÃticos. Probablemente,
estemos viviendo el presente como nunca antes
habÃa pasado en la historia de la humanidad:
Twitter se convierte en muchos casos en
algo asà como el reality de nuestras vidas.
Ni la inseguridad que genera decirles a los
ladrones qué estamos haciendo nos detiene.
El sitio PleaseRobMe, algo asà como “Por
favor, róbame” (http://pleaserobme.com),
nos muestra la localización de usuarios de
Twitter que la twitean. Esto nos hace ver con
otros ojos nuestra publicidad en la red: la localización “Juan está en el
Recoleta Mall” puede ser leÃda como “Juan está en el Recoleta Mall, por lo
tanto, no está en casa”. Aunque es cierto que con ese tweet no se puede
saber dónde está esa casa, seguramente ese usuario alguna vez dijo algo
como “Estoy en casa” con la localización del lugar desde donde envió el
tweet. Por alguna razón, creemos que las redes sociales son para la gente honesta y que los delincuentes no tendrán la habilidad de ver esta información
tan rica, pero todos evolucionan a la par del mundo.
Privacidad vs exhibición
La tendencia a observar y dejarse observar aumenta casi sin lÃmites.
Todo el tiempo contamos lo que nos ocurre sin temor a nada. Cada vez
más personas indican su itinerario cuando salen de viaje; algunas con un
propósito determinado, por ejemplo, avisar a amigos y conocidos a qué
ciudad se van, y otras, simplemente, por el hecho de exhibirse.
Y en el futuro, ¿seremos más cautos? ¡Parece que no! La tendencia va en
aumento y se amplÃa el rango de edad: lo que antes era cosa de jóvenes ahora
es cosa de todos. Poco importa si esta velocidad y estos cambios están bien
o mal, porque no podemos cambiar la realidad. Las personas en el futuro
seguirán facilitando aún más información propia y, si no somos capaces de
escuchar y aprender, seguiremos perdidos en una masa de datos sin sentido.
Pensemos en la televisión, el medio que más ha perdido frente a internet.
Podemos decir que no tiene mucha más vida del modo que siempre
la hemos conocido: necesitamos decirle algo urgente al conductor de ese
programa, pero ahora, ya mismo, por favor. Y que nos conteste. En ese sentido, la radio lo entendió primero y es mucho más interactiva; tal vez
por eso haya un resurgimiento de este medio.
Es verdad que si tenemos una lÃnea de telefonÃa móvil podrÃamos interactuar
con muchos programas de la televisión a través de mensajes cortos
de SMS, pero esto no es interacción: esto es venta monologada. En el
futuro, veremos la televisión y estaremos conectados con nuestros amigos
en Facebook, en un chat o enviando mensajes por Twitter.
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