Las nuevas tecnologías en el aula
A partir de este nuevo paradigma debemos no solamente comprender las particularidades de las nuevas tecnologías, sino
también realizar un análisis de estas e incorporarlas al aula.
La globalización ya no es una promesa, sino una realidad;
somos parte de una aldea global que nos interpela a cambiar o replantear los conceptos de enseñanza-aprendizaje.
Pensar un sistema educativo por fuera de la tecnología es
sinónimo de desconexión con la realidad. La educación tiene el desafío de reconocer y aprovechar el valor de los dispositivos digitales, pero no ya como instrumentos (meros
contenedores), sino como posibilitadores de construcción e
intercambio de nuevos conocimientos.
Mientras los sistemas educativos se adecúan a los cambios, el
aprendizaje –dentro y fuera de la escuela– cambia y se adapta
mucho más rápido. Existe un potencial, a veces minimizado,
respecto al uso de la tecnología más allá de los contextos educativos tradicionales.
El desafío también está en actualizar y equilibrar el trinomio
contenido-contenedor-contexto (C. Cobos, 2016). En la actualidad, el contenido se ve modificado ya que excede lo curricular. El acceso al conocimiento se diversifica y los alumnos
no solo aprenden a través de los contenidos presentados en
clases, sino que también lo hacen a través de un sin número de fuentes. El contenido se vuelve un punto de partida
que nos permite realizar distintas conexiones, abrir nuevos
interrogantes y descubrir nuevas exploraciones.
En cuanto
al contenedor –enciclopedias, por ejemplo–, también se vio
modificado. Si bien sigue siendo el soporte que almacena y
hace posible el acceso al conocimiento; en la medida que
más servicios migran a la “nube” estos contenedores se hacen cada vez más universales, transparentes e intangibles.
Por último, el contexto es atravesado por una gran cantidad
de factores: institucionales, normativos, relacionales, socia
-
les, políticos y económicos, que inciden entre sí de múltiples maneras, mutando y transformándose. Cuando las TIC son
adoptadas en un contexto que estimula la creación individual y colectiva, dentro y fuera del aula, favorecen el enriquecimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Incorporar las TIC en contextos favorables para ser aprovechadas, nos permite abrir oportunidades para construir nuevas
maneras de enseñar y aprender.
Es entender a las tecnologías
digitales como un punto de partida para nuevas preguntas que
permitan generar nuevos conocimientos: es tomar del método
científico la interrogación constante como procedimiento que
facilita tanto la búsqueda como la exploración.
En este marco, el docente tiene como horizonte la tarea no solo
de ser guía, sino también de ser agente que motiva a los estudiantes en la exploración de nuevas posibilidades para generar
un espacio de aprendizaje alternativo, complementario, en diálogo con otros estilos de aprendizaje extracurriculares.
Un mundo en el que prima la hiperconectividad y que impone
un tiempo acelerado no facilita detenerse a reflexionar. Nues
-
tro desafío como docentes está en comprender que nuestra
época demanda, más que nunca, una reflexión detenida que
interpele a nuestra práctica diaria y a nuestros alumnos.
No hay comentarios