Planificar un proyecto web

Planificar un sitio web implica, mucho antes de trabajar en el programa que utilicemos para armar el sitio, pensar y definir claramente muchas cuestiones de importancia. Algunos de estos puntos son: 

Tema: por supuesto, gran parte de este punto estará definido con la propuesta, con el pedido de la realización del sitio por parte del cliente. Sin embargo, es muy importante definir lo más claramente posible la temática general (y particular) que se van a tratar en las distintas páginas, para poder establecer los elementos y la estética que se utilizarán. 

Público: esto ayudará a definir el diseño y la navegabilidad del sitio. No será lo mismo generar una propuesta para niños, adolescentes o gente mayor ni para un público en general que para usuarios avanzados de Internet. Las formas de lectura, las tipografías a utilizar, los colores, la complejidad del sitio dependerán de este punto. 

Estilo general: al comenzar, es importante también tener una idea del estilo general que se quiere mostrar, formal, informal, con alguna tendencia artística particular, etc. Por supuesto, este punto puede definirse más adelante, pero siempre es mejor tener alguna pista al comienzo. 

Elementos que requiere el sitio: según su contenido, se deberán generar diversos elementos: animaciones, paneles de control para quien actualiza el sitio, bases de datos, formularios, elementos dinámicos, etc. Es importante prever esto tanto para poder presupuestar el trabajo así como para planear los tiempos y el modo de trabajo. 

Tiempo de realización: este punto es fundamental para el planeamiento del trabajo. Hay que definir el tiempo total que llevará generar el sitio, así como los tiempos de entrega parciales (cuándo se mostrará el diseño al cliente para su aprobación, cuándo se realizarán las pruebas de navegabilidad, etc.). Todo esto también dependerá de los recursos que se tengan para trabajar, la complejidad del sitio y el tiempo que dispone el cliente para su realización. 

Cómo se va a organizar el trabajo: una vez definidos los principales aspectos, habrá que determinar cómo se dividirá el trabajo y en qué tiempos se realizará cada etapa. 

Estos temas serán claves para el trabajo posterior y, aunque parezca innecesario o no tengamos demasiado tiempo para hacerlo, es imprescindible tomarse cierto tiempo al comienzo y definirlos lo más claramente posible. Si se trata de un sitio para otra persona, parte de estas decisiones habrá que definirlas con el cliente, quien nos dirá lo que espera del trabajo y establecerá junto con nosotros lo que se quiere y puede lograr (sobre todo, basándonos en los recursos que tenemos, tiempo y dinero). 

Si se trata de un sitio personal, si bien parece mucho más sencillo, es cuando se suele tener mayores problemas con este punto, ya que muchos creadores de sitios web piensan que alcanza con tener la idea en la cabeza. Sin embargo, resulta primordial definir estos aspectos en forma clara para luego utilizar todos los recursos y fuerzas disponibles para realizar lo que nos propusimos, lo antes posible, sin dar demasiadas vueltas, y de esta forma ahorrar esfuerzos, recursos y asegurarnos buenos resultados.

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