10 Claves para Crear Presentaciones
DECÁLOGO de una buena presentación
1. Adapta la presentación a la audiencia
cada vez: Si no conoces las necesidades
e inquietudes de la audiencia, ¿cómo
podrás ayudarla? Tómate tu tiempo para
investigar quiénes son, qué saben sobre
el tema y qué esperan obtener de
tu presentación.
2. Habla siempre dentro del tiempo asignado: Un orador
que se extiende más allá del tiempo demuestra falta de
organización y de preparación, así como falta de respeto
hacia la audiencia y el resto de ponentes.
Habla el 80% del tiempo que te hayan asignado.
Dimensiona la presentación para el tiempo asignado.
Ensáyala como mínimo una vez para asegurarte de que
no te pasarás del tiempo y de que eres capaz de explicar
con fluidez y soltura todo su contenido.
3. Cuenta lo más importante: No intentes
contarlo todo. Ni la audiencia tiene tiempo
ni capacidad para asimilarlo. No des toda
la información en la presentación,
despierta la lujuria por más.
Los detalles ponlos en un documento
o en la página web o en el manual o en
cualquier otro sitio que pueda consultar
la audiencia, no en las transparencias que
proyectas en la pantalla. En ellas resalta
lo más relevante, las ideas clave,
no más de tres. Resiste la tentación
de incluirlo todo. Cuanta más información
das, menos asimila la audiencia.
Céntrate en lo esencial.
4. Una presentación
no es un documento:
No trasplantes al
PowerPoint el contenido
del documento de partida
párrafo a párrafo, figura
a figura, tabla a tabla,
gráfico a gráfico.
Cuenta algo que no esté
en el documento. Aporta
valor. Da vida a los datos,
pon algo de ti mismo.
Cuenta la historia detrás
del proyecto, del producto,
del servicio. Si todo está
en el PowerPoint, ¿para
qué estás tú? Crea los
documentos con Word,
no con PowerPoint.
5. Empieza y termina a lo grande: Las primeras diez
palabras son tan importantes como las diez mil
siguientes. Capta la atención desde el primer minuto con
una buena apertura: una anécdota personal, una historia,
una pregunta dirigida a los miembros de la audiencia,
un hecho o dato sorprendente, una analogía o metáfora,
¡deja volar la imaginación! Termina con una nota alta
y resonante. Deja clara la idea fundamental de tu
presentación al principio y al final.
6. Una sola idea por transparencia: Elimina lo irrelevante
hasta que sólo quede la información esencial. Cuando
no puedas eliminar más, ¡para! Powerpoint no es una red
de seguridad, no es una muleta, es una herramienta de
amplificación de nuestro mensaje. Cuando diseñes tus
transparencias, asegúrate de que tienen mucha imagen
y poco texto. Si necesitas muletas, lleva notas escritas en
un papel, pero no hagas sufrir a la audiencia
proyectando texto y más texto. Sólo así tu PowerPoint
estará al servicio de la audiencia y no al tuyo propio.
7. El texto, las imágenes, los gráficos, cualquier elemento
que proyectas sobre la pantalla debe verse desde la
última fila. Si no se ve, una de dos: elimínalo o hazlo más
grande. Y si al hacerlo más grande no cabe, ¡simplifica!
Si la audiencia no distingue los elementos visuales,
la irritarás y desconectará rápidamente.
8. Utiliza la multimedia
con juicio: PowerPoint
es para añadir elementos
visuales, no para proyectar
texto y más texto en la
pantalla. Destinar
PowerPoint a crear
transparencias con letras
y letras no es explotar la
multimedia sino
masacrarla.
Usa con mesura vídeos,
animaciones, imágenes,
sonidos, demos, etc.
Su objetivo es amplificar tu
mensaje, llegar allí donde
las palabras no alcanzan,
especialmente a la hora
de causar un impacto
emocional.
9. Cuenta la historia de los
datos: Determina
la historia de los datos
que realmente quieres
contar: cuenta historias
que informen,
que revelen hechos
o interpretaciones de los
hechos que la audiencia
ignoraba. Determina
qué herramienta utilizar
para contar la historia:
texto, tabla o gráfico. Los
patrones, tendencias y
excepciones en los datos
necesitarán expresarse
gráficamente para ayudar
a que la audiencia
reconstruya mentalmente
su historia. Dale voz
a los números para
que cuenten su propia
historia.
10. Comunica con todo tu ser: No sólo comunicas con tus palabras, también con tu lenguaje
paraverbal (entonación, vocalización, ritmo, volumen, pausas, silencios)
y con tu lenguaje corporal (gestos, mirada, movimiento, postura). Grábate en vídeo
para detectar tus puntos débiles y practica, practica, practica hasta ir puliéndolos.
No valen los ensayos mentales: ponte de pie y repite en voz alta palabra por palabra la
idea o ideas asociadas a cada transparencia como si estuvieras en el día de la
presentación delante de la audiencia. Repasa las transparencias hasta memorizar los
puntos importantes, ten claro qué decir en cada una. Practícalo todo: la voz, los gestos,
la mirada, el movimiento, las demos, etc. Ensaya con compañeros: debe primar la
sinceridad y honestidad. ¡No dejes nada al azar!
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