Las TIC en la escuela ¿inclusión o integración?

Cuando hablamos de la presencia de las TIC en las prácticas institucionales y de enseñanza en la escuela notamos que, generalment e, se usan en forma indistinta los conceptos de inclusión o integración. Pero estos términos ¿son sinónimos? ¿Qué diferencias existen entre ellos? 

La palabra inclusión, según el Diccionario de la Real Academia Española , significa poner una cosa dentro de otra o dentro de sus límites. En este caso, sería introducir las TIC, como un elemento más, dentro de las propuestas de enseñanza que ofrece la escuela a sus estudiantes. Podría limitarse, así, a la mera instalación de artefactos, o a la disponibilidad de diversos recursos mediados por las tecnologías. 

En cambio, integración implica que un elemento forma parte constitutiva de una cosa. Hace referencia a cierta “fusión” de los diversos recursos para producir una síntesis novedosa, algo distinto, original y superador de lo previamente establecido (Castellano, 2010). Aplicado a nuestro campo, las TIC serían los recursos constitutivos que se “fusionan” con otros elementos para generar una propuesta superadora en las planificaciones de clase y en las prácticas d ocentes dentro del aula. 

Por lo tanto, consideramos que estos conceptos no son sinónimos, sino que hacen referencia a diversos momentos de un mismo proceso. Es necesario incluir primero las TIC, para luego poder integrarlas. 
Hablar de integración de las TIC, entonces, implica ir más allá de una mera presencia en el espacio escolar y de la utilización instrumental. Implica la oportunidad de que las nuevas generaciones se inserten en la cultura digital. 

Ahora bien, ¿por qué integrar las TIC en las prácticas de enseñanza? ¿Qué propiedades o potencialidades nos ofrecen para trabajar con nuestros estudiantes? Conside ramos que las más importantes son: 

 Permiten agilizar el relevamiento de la información, su sistematización y publificación, y optimizar su aprovechamiento. 
 Ofrecen nuevos canales y espacios de comunicación que posibilitan superar las barreras del tiempo y el espacio escolar, generando nuevas interacciones, tanto horizontales como verticales, entre todos los miembros de la comunidad educativa; 
 Promueven espacios de construcción colaborativa que posibilitan intercambiar opiniones y conocimientos, construir consensos y trabajar en equipo 
 Son recursos y herramientas que permiten enriquecer las prácticas de enseñanza y favorecen nuevos aprendizajes.

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