Metáforas
¿Qué es una metáfora?
La metáfora es un recurso expresivo que consiste
en nombrar objetos, sentimientos, lugares, etcétera,
de una manera que no es habitual. En la metáfora, se
vinculan dos elementos porque tienen algo en común,
pero esta vinculación no se explicita y el lector debe
suponerla; en nuestro ejemplo de la historieta, son el
color del oro y el pelo rubio. También hay metáfora
cuando a un elemento se le atribuye una característica que no está normalmente asociada con él. El poeta
realiza una asociación novedosa que conduce a una
representación diferente, original.
En el lenguaje cotidiano, solemos usar metáforas que no percibimos como tales, por ejemplo:
el
ala del sombrero
,
la boca del subte
,
las patas de la mesa
,
las arterias
de la ciudad
. Se trata de metáforas
cristalizadas. En otros casos, el uso
de la metáfora es expresivo, por
ejemplo:
Está en llamas
,
lo quiere
matar
.
Metáforas visuales
Del mismo modo que en el
lenguaje verbal, en el lenguaje visual también se utilizan metáforas.
Muchas metáforas visuales son la
representación gráfica de la interpretación literal de una metáfora
verbal, por ejemplo, la lamparita que
significa “idea” en las historietas o
cuando un personaje “le da el corazón” a otro. Este recurso también
se utiliza con efectos humorísticos;
cómo olvidar al androide del Superagente 86 quitándose literalmente
una mano para “darle una mano” a
Maxwell Smart.
En otras metáforas visuales, el
elemento gráfico sustituye a otro
tipo de objeto o concepto con el
que tiene algún rasgo en común.
Es el caso de la representación de
las relaciones de parentesco: graficamos estas relaciones con un árbol, ya que, si las comparamos con
el tronco, las ramas y las hojas, son
más fáciles de comprender que en
un texto.
Metáforas y pensamiento
Muchos piensan que la metáfora es “cosa de la literatura” o, en
el mejor de los casos, del ingenio
popular y, por supuesto, algo que
habría que evitar cuando hablamos
de las “cosas serias” de la realidad.
Sin embargo, hay investigadores
que afirman que nuestro sistema
de pensamiento funciona, en gran
medida, a partir de metáforas.
Como del pensamiento dependen
lo que hacemos, lo que percibimos
y nuestras relaciones con los de
-
más, nuestra vida cotidiana tiene
mucho que ver con las metáforas.
Y el lenguaje nos lo muestra: pensamos nuestra mente como un
recipiente; decimos, por ejemplo:
No me entra ni una idea más o Me
va a estallar la cabeza
. Relacionamos las ubicaciones espaciales
como “arriba” y “abajo” con sentimientos: estar feliz es “arriba” y
estar mal o triste es “abajo”:
Está
con un bajón, tiene el ánimo por
el piso
.
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