La empatía
Tal vez te ha ocurrido que, cuando conversabas con alguna persona contándole emocionadamente un evento vivido en el día, la otra persona te escuchaba atentamente lo que para ti había sido muy importante, haciéndote sentir muy bien ya que tus sentimientos y emociones eran acogidos. Pero también puede ocurrir lo contrario, que cuando deseamos compartir con alguien una novedad o una necesidad, nuestro interlocutor no nos da señales de habernos comprendido.
Comúnmente definimos la empatía como “ponerse en el lugar del otro”, ¿Qué significa ponerse en el lugar del otro? Bisquerra (2009) señala lo siguiente:
La empatía es la capacidad de situarse en la emoción que experimenta el otro. Ser capaz de comunicar una comprensión empática hace que los demás perciban que son comprendidos en sus sentimientos. La empatía no significa pensar igual o estar de acuerdo con el otro. Lo que significa es que comprendo su estado emocional y soy capaz de ponerme en su lugar. Es comprensión, no justificación. Cuando nos sentimos comprendidos, la solución del conflicto es más fácil.
La empatía es importante porque nos permite que nos conectemos con la emoción y sentir de la otra persona, para lo cual es necesario reconocer nuestras propias emociones y reconocer las emociones de los demás (captar e interpretar las emociones, preocupaciones o necesidades de los demás a través de las señales no verbales o gestos). Asimismo, la escucha permite esa conexión. Bisquerra (2009) menciona que “la escucha y la capacidad de empatía abren la puerta a actitudes prosociales, que se sitúan en las antípodas de actitudes racistas, xenófobas o machistas, que tantos problemas sociales ocasionan”. La empatía permite establecer vínculos sanos en nuestras relaciones interpersonales.
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